Los primeros pasos: Bocairent y el inicio de todo

Antes de mapas precisos, de horarios medidos y de llevar el botiquín como si fuera un tesoro, hubo una etapa más cruda, más libre, pero también más auténtica. Este es uno de esos recuerdos de los que tiramos cuando nos preguntan cómo empezó todo. Porque si hay un punto de partida, probablemente fue aquí.

Fue en Bocairent, en la provincia de Valencia, donde dimos algunos de nuestros primeros pasos ya algo más en serio por la montaña. Estábamos terminando el curso de formación, con la cabeza llena de topografía, nudos y protocolos, y empezábamos a intuir que esto de patear el monte no iba a quedarse en hobby. Aunque gran parte del curso se hizo por Alicante, fue entre los barrancos, bosques y peñas de Bocairent donde se cruzaron nuestros caminos y se encendió la chispa.

Aquí se conocieron Héctor y Miguel. Héctor venía con el historial montañero bien cargado: años trabajando en Asia en empresas de montaña y aventura, y un verbo fácil que lo convertía, sin quererlo, en portavoz del grupo. También era, y es, el escalador de verdad, de los que disfrutan colgados de una reunión a 20 metros del suelo mientras discuten sobre si esa cinta está “más o menos” colocada.

Miguel, por otro lado, traía otra energía: siempre alegre, más de ferratas, de pateos largos, de "costereos", de pegarse buenos saltos al agua y de bajar barrancos con esa soltura que solo da el haberlos disfrutado mil veces. Escalaba, sí, pero su zona de confort tenía más que ver con el agua, la vegetación cerrada y el barro en las botas.

Y como pasa muchas veces, de esa mezcla tan diferente salió algo que funcionaba. Uno hablaba mientras el otro afinaba el ritmo del grupo. Uno abría vía, el otro buscaba el paso más fresco. Y entre risas, técnicas, y alguna torcedura leve que se resolvía con cinta americana, fue surgiendo la idea de formar un equipo, de trabajar juntos, y más adelante, de comenzar a colaborar con EasyTours para compartir esas rutas con otras personas.

Desde entonces, Pan, la perra de Miguel, ha sido parte del equipo. Va en todas, lleva mejor olfato que muchos GPS y aparece en más fotos que cualquiera de los dos. No ladra mucho, pero si pudiera, seguro que tendría su propia sección en el blog.

Estas imágenes que acompañan el texto son fragmentos sueltos de aquel inicio. No hay grandes producciones ni filtros, pero sí historias detrás. Son rutas que no eran rutas aún. Momentos donde lo que importaba era estar ahí, probarnos, aprender, y ver si todo esto tenía sentido.

Y lo tenía. Vaya si lo tenía.